lunes, 7 de septiembre de 2020

En el mes del Patrono

 Biografía de Mariano Moreno

Mariano Moreno (Buenos Aires, 23 de septiembre de 1778- Alta mar, 4 de marzo de 1811) fue un doctor en leyes, periodista, político rioplatense, y uno de los principales ideólogos e impulsores de la Revolución de Mayo, que tuvo una importante actuación como uno de los dos secretarios de la Primera Junta, resultante de la misma.

Es considerado uno de los abogados más brillantes de su generación. Se destacó por sus ideas liberales y contractualistas que aprendió en la Universidad Mayor, Real y Pontificia de Chuquisaca defendiendo tanto el libre comercio como los derechos de los indios. Fue el autor de la Representación de los Hacendados a favor del restablecimiento de la libertad de comercio (que resultó ser el informe de economía política más completo de la época, en el cual describe en detalle la situación económica del Virreinato).

Fundó el periódico La Gazeta de Buenos Ayres (1810) siendo secretario de la Primera Junta —con la ayuda

de Manuel Belgrano, Juan José Castelli y Manuel Alberti— y cuyo primer boletín oficial fue la traducción, que él mismo realizó, del Contrato Social de Jacques Rousseau.

Se opuso al carlotismo, proyecto que había propuesto la creación de una monarquía independiente cuyo titular sería la princesa Carlota Joaquina, hermana del rey Fernando VII de España y esposa del príncipe regente Juan de Portugal.

Luego de su alejamiento de la Junta fue designado como diplomático en Londres, pero falleció repentinamente a los 32 años en alta mar, a bordo de la fragata Fame. Su cuerpo fue envuelto en una bandera inglesa y arrojado a 120 kilómetros de la costa de Santa Catarina.

Datos familiares

Mariano Moreno nació en Buenos Aires, el 23 de septiembre de 1778, en el Virreinato del Río de la Plata.

Fue el primero de catorce hijos que tuvieron Manuel Moreno y Argumosa, nacido en Santander, España, quien arribó a Buenos Aires en 1776, y Ana María Valle, una de las pocas mujeres que sabían leer y escribir en Buenos Aires.4 Sus abuelos maternos fueron Antonio Valle y Luisa Ramos, propietarios de importantes extensiones de tierras en la provincia de Buenos Aires.[cita requerida]

Era; hermano de Manuel Moreno (político de larga trayectoria y embajador en Inglaterra), sobrino de Tomás Antonio Valle (de destacada actuación pública en tiempos del virreinato y en la Asamblea del Año XIII) y primo carnal de Ángel Salvadores, José María Salvadores y Gregorio Salvadores, vinculados al Partido Unitario.

Estudios

Moreno cursó sus estudios primarios en la escuela del Rey y secundarios en el Real Colegio de San Carlos.5 Uno de sus profesores fue Mariano Medrano, que le extendió un elogioso certificado de estudios, mientras que fray Cayetano José Rodríguez vio la vocación de

Moreno por el estudio y se transformó en su protector. A tal efecto le dio acceso a la biblioteca del convento de San Francisco y lo puso en contacto con Felipe de Iriarte, sacerdote del Alto Perú, de visita ocasional en Buenos Aires, quien sugirió que debía continuar sus estudios universitarios en Chuquisaca, a cuyo efecto le ofreció la protección del arzobispo de Chuquisaca, fray José Antonio de San Alberto, y una "mesada" o mensualidad para que pudiera pagar sus gastos en esa ciudad. Los padres, con gran esfuerzo, le costearon el viaje.

Después de un largo y penoso viaje de dos meses y medio de duración, Moreno llegó a Chuquisaca en 1800, tenía entonces 22 años, y se incorporó a la Universidad Mayor de Chuquisaca y a la Real Academia Carolina de Practicantes Juristas de Charcas. La Academia Carolina era una institución para universitaria, de asistencia obligatoria y cuyos objetivos eran dar a los alumnos conocimientos útiles sobre las leyes generales del Reino y municipales. El método utilizado era ir a las fuentes y no a los "comentarios" que se hacían de ellas y realizar prácticas de "casos" donde los alumnos

desempeñaban distintas funciones que los familiarizaban con los diversos aspectos forenses y procesales.

Según consta en un certificado expedido en octubre de 1804, mientras Moreno cursaba sus prácticas en la Academia Carolina, fue distinguido, por sus "destacados méritos", como Celador Fiscal de esa institución. La función del cargo consistía en velar por el cumplimiento de las resoluciones del presidente, examinar la documentación requerida para el ingreso que presentaban los aspirantes, firmar los gastos que rendía el tesorero, hacer de maestro de ceremonias en los actos oficiales y tomar asiento al lado del presidente de la Academia.

Allí leyó también a los teóricos de la Ilustración europea: Montesquieu, Voltaire, Diderot y Rousseau, que ejercieron gran influencia en su pensamiento ideológico. Para comprender a estos autores en su lengua original estudió el idioma inglés y el francés, y tradujo algunas de sus obras. La traducción de El contrato social de Rousseau le llevó varios años y la editó recién en 1810 en la Gaveta de Buenos Aires, con un prólogo de su autoría:

Si los pueblos no se ilustran, si no se vulgarizan sus derechos, si cada hombre no conoce lo que vale, lo que puede y lo que se le debe, nuevas ilusiones sucederán a las antiguas, y después de vacilar algún tiempo entre mil incertidumbres, será tal vez nuestra suerte mudar de tiranos sin destruir la tiranía

Este hombre inmortal que formó la admiración de su siglo y será asombro de todas las edades, fue quizás el primero que, disipando completamente las tinieblas con que el despotismo envolvía sus usurpaciones, puso en clara luz los derechos de los pueblos, y enseñándoles el verdadero origen de sus obligaciones, demostró las que correlativamente contraían los depositarios de sus gobiernos.6

Bajo la tutela del canónigo Matías Terrazas, en cuya casa se hospedaba, conoció los textos de la Ilustración española, tales como los del jurista español Juan de Solórzano Pereira y Victoria de Vil lava, nombrado en 1790 como Fiscal de la Real Audiencia de Charcas y que además tenía el título regio de Protector Natural de los indios.

 

Matrimonio

María Guadalupe Cuenca, esposa de Mariano Moreno.

A comienzos de 1804, Moreno conoció a María Guadalupe Cuenca, de 14 años, hija de una honorable viuda de Chuquisaca y criada en un monasterio de monjas. Pocos meses después, el 20 de mayo de 1804, se casaron en la catedral de Chuquisaca. La ceremonia corrió a cargo del doctor Matías Terrazas, canónigo magistral, con licencia del cura rector más antiguo de la misma. Entre los testigos del casamiento figuraron: el presbítero José Antonio Medina, profesor de la universidad; el doctor Manuel Josef Antequera y el doctor Pedro Josef Agrelo. Medina será uno de los firmantes de la proclama revolucionaria en la Paz en 1809 y miembro de la Junta Tuitiva.

 

Mariano Moreno llegó a Buenos Aires

En septiembre de 1805 Mariano Moreno llegó a Buenos Aires junto con su esposa y su hijo de ocho meses yendo a vivir al hogar de sus padres. Según Manuel Moreno, salvo para los que heredaban una importante fortuna, las profesiones a las que se podían acceder en

el virreinato eran tres: la eclesiástica, que reunía el honor con la pobreza; la milicia, que unía la pobreza con la corrupción; y la abogacía, que requería mucha inversión previa, tanto material como intelectual, con un rendimiento a largo plazo. Una de las consecuencias de la Reforma universitaria de Carlos III fue que a fines del siglo XVIII y comienzos del siguiente, surgieron una "multitud de abogados", la mayoría de ellos españoles americanos. Para contener este fenómeno económico-social, el 22 de diciembre de 1802, se dictó en Buenos Aires una disposición general para limitar lo que fue calificado como de "grave perjuicio del público, buen gobierno y administración de justicia". A tal efecto se pidió a las audiencias que informaran el número de abogados en cada una de las jurisdicciones. Al año siguiente, la Audiencia de Buenos Aires determinó las cantidades máximas en cada una de ellas. A estas limitaciones en el número se exigieron otros requisitos como la autorización previa del lugar donde ejercerían su oficio. Para mejorar la formación de estos profesionales se trató de evitar las lecturas de "obras arriesgadas y perniciosas".

En 1802, cuando Moreno estaba cursando sus estudios en Chuquisaca, Buenos Aires tenía 98 abogados en ejercicio que aumentaron a 152 en los 8 años siguientes.8 Entre los abogados de prestigio estaban Chiclana, que ejercía desde 1788; Castelli, desde 1791; y Paso y Echavarria, desde 1802. En este entorno de limitaciones y calificada competencia, Moreno logró su habilitación al poco tiempo de su llegada. En el informe de la Suprema Corte de Justicia firmada por Villota consta que fue eximido de los cuatro años de prácticas obligatorias por su competente actuación en Chuquisaca.9 Su nombre figuró en la lista de abogados matriculados en la Audiencia de Buenos Aires al mes de noviembre de 1805.

En 1806 tuvo lugar la primera de las dos Invasiones Inglesas al Río de la Plata, durante las cuales Buenos Aires fue ocupada por una fuerza militar británica. Aunque Moreno no participó activamente de las contraofensivas militares con las cuales se los expulsó, se opuso a la presencia inglesa en Buenos Aires y durante la misma escribió un diario en donde tomaba nota de todos los acontecimientos que sucedían. Su propósito era que sus compatriotas conocieran en el

futuro por qué circunstancias tal acontecimiento había tenido lugar.

Primera junta de gobierno

La Primera Junta de Gobierno surgida el 25 de mayo de 1810 estaba formada por tres partidarios de Martín de Álzaga: Domingo Matheu, Juan Larrea y el secretario Mariano Moreno; tres miembros del grupo de Manuel Belgrano: este mismo, Juan José Castelli y el secretario Juan José Paso; y tres moderados: el presidente Cornelio Saavedra, Miguel de Azcuénaga y Manuel Alberti.

Moreno fue el autor de la proclama del día 28 de mayo, por la que la Primera Junta anunciaba su instalación a los pueblos del interior y a los gobiernos del mundo, y convocaba a los representantes de las demás ciudades a incorporarse a la misma.

En sólo siete meses, su nombre quedó unido a una larga lista de realizaciones revolucionarias: estableció una oficina de censos y planificó la formación de una Biblioteca Pública Nacional; reabrió los puertos de Maldonado (Uruguay), Ensenada y Carmen de Patagones; mediante varios decretos, liberó de las

antiguas restricciones el comercio y las explotaciones mineras. Intentó regular el ejercicio del patronato sobre la Iglesia, estableció las ordenanzas militares para los oficiales y cadetes, creó nuevas compañías de voluntarios y organizó la policía municipal.

Fundó y dirigió la Gazeta de Buenos Ayres, el periódico oficial, desde el cual difundió sus ideas. Casi todas las semanas publicaba largas y detalladas notas de gobierno, que reunidas llenan cientos de páginas. Publicó un decreto de libertad de prensa según el cual se podía publicar por la prensa cualquier cosa que no ofendiera la moral pública, ni atacara a la Revolución ni al gobierno.

La política económica de la Junta fue librecambista por tres razones: se necesitaba con urgencia una cierta apertura comercial, la apertura traería un aumento de ingresos públicos -ya que la aduana era la principal fuente con que se contaba- y también se necesitaba algún aliado frente a España, y el más poderoso era Inglaterra. Sin embargo, en una nota de La Gaceta, escribía:

"El extranjero no viene a nuestro país a trabajar en nuestro bien, sino a sacar cuantas ventajas pueda proporcionarse. Recibámoslo en buena hora, aprendamos las mejoras de su civilización, aceptemos las obras de su industria y franqueémosle los frutos que la naturaleza nos reparte a manos llenas. Pero miremos sus consejos con la mayor reserva, y no incurramos en el error de aquellos pueblos inocentes, que se dejaron envolver en cadenas en medio del embelesamiento que les habían producido los chiches y abalorios...".

Moreno falleció en alta mar en la madrugada del 4 de marzo de 1811, a bordo de la fragata inglesa Fame, en el viaje como diplomático hacia Gran Bretaña. Su cuerpo fue envuelto en una bandera inglesa y arrojado al mar (latitud 28° 27’ S), a unos kilómetros de la costa de Brasil y a 120 km al sur de la Fortaleza São José da Ponta Grossa, de la isla de Santa Catarina, tras unas salvas de fusilería.

 

Mariano Moreno fallece

Según el testimonio de su hermano Manuel Moreno y de Tomás Guido, sus secretarios y acompañantes en ese viaje, murió debido a una convulsión producida por una

sobredosis de un medicamento administrado por el capitán del buque: cuando llegaron al camarote de Moreno, el capitán sostuvo que le había suministrado cuatro gramos de un vomitivo de uso habitual en aquella época, elaborado con antimonio y tartarato de potasa, 40 veces aquella dosis que se conoce como mortal.

Según comentó más adelante Manuel Moreno:

…Si Moreno hubiese sabido que se le daba tal cantidad de esa sustancia, sin duda no la hubiese tomado pues a la vista del estrago que le causó y revelado el hecho, él mismo llegó a decir que su constitución no admitía sino una cuarta parte de gramo y que por tanto, se reportaba muerto. Aún quedó en duda si fue mayor la cantidad de aquella droga u otra sustancia corrosiva, la que le administró, no habiendo las circunstancias permitido la autopsia cadavérica. A ello siguió una terrible convulsión, que apenas le dio tiempo para despedirse de su patria, de su familia y de sus amigos.29

Ambos testigos conjeturaron posteriormente que fue envenenado por el capitán del buque, y que la orden habría sido impartida por Saavedra. Pero las fuentes

historiográficas no confirman el hecho, y ni siquiera existe un móvil definido: para Saavedra, su adversario ya había sido derrotado, y no tenía antecedentes de hacer matar a sus enemigos. Por otro lado, la visión republicana de Moreno favorecía los intereses económicos de Gran Bretaña en el Río de la Plata, por lo que tampoco resulta lógica la implicación de los ingleses en su muerte



 


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