Biografía de Mariano Moreno
Mariano Moreno (Buenos Aires,
23 de septiembre de 1778- Alta mar, 4 de marzo de 1811) fue un doctor en leyes,
periodista, político rioplatense, y uno de los principales ideólogos e
impulsores de la Revolución de Mayo, que tuvo una importante actuación como uno
de los dos secretarios de la Primera Junta, resultante de la misma.
Es considerado uno de los
abogados más brillantes de su generación. Se destacó por sus ideas liberales y
contractualistas que aprendió en la Universidad Mayor, Real y Pontificia de
Chuquisaca defendiendo tanto el libre comercio como los derechos de los indios.
Fue el autor de la Representación de los Hacendados a favor del restablecimiento
de la libertad de comercio (que resultó ser el informe de economía política más
completo de la época, en el cual describe en detalle la situación económica del
Virreinato).
Fundó el periódico La Gazeta de
Buenos Ayres (1810) siendo secretario de la Primera Junta —con la ayuda
de
Manuel Belgrano, Juan José Castelli y Manuel Alberti— y cuyo primer boletín
oficial fue la traducción, que él mismo realizó, del Contrato Social de Jacques
Rousseau.
Se opuso al carlotismo,
proyecto que había propuesto la creación de una monarquía independiente cuyo
titular sería la princesa Carlota Joaquina, hermana del rey Fernando VII de
España y esposa del príncipe regente Juan de Portugal.
Luego de su alejamiento de la
Junta fue designado como diplomático en Londres, pero falleció repentinamente a
los 32 años en alta mar, a bordo de la fragata Fame. Su cuerpo fue envuelto en
una bandera inglesa y arrojado a 120 kilómetros de la costa de Santa Catarina.
Datos
familiares
Mariano Moreno nació en Buenos
Aires, el 23 de septiembre de 1778, en el Virreinato del Río de la Plata.
Fue
el primero de catorce hijos que tuvieron Manuel Moreno y Argumosa, nacido en
Santander, España, quien arribó a Buenos Aires en 1776, y Ana María Valle, una
de las pocas mujeres que sabían leer y escribir en Buenos Aires.4 Sus abuelos
maternos fueron Antonio Valle y Luisa Ramos, propietarios de importantes
extensiones de tierras en la provincia de Buenos Aires.[cita requerida]
Era; hermano de Manuel Moreno
(político de larga trayectoria y embajador en Inglaterra), sobrino de Tomás
Antonio Valle (de destacada actuación pública en tiempos del virreinato y en la
Asamblea del Año XIII) y primo carnal de Ángel Salvadores, José María
Salvadores y Gregorio Salvadores, vinculados al Partido Unitario.
Estudios
Moreno cursó sus estudios
primarios en la escuela del Rey y secundarios en el Real Colegio de San
Carlos.5 Uno de sus profesores fue Mariano Medrano, que le extendió un elogioso
certificado de estudios, mientras que fray Cayetano José Rodríguez vio la
vocación de
Moreno
por el estudio y se transformó en su protector. A tal efecto le dio acceso a la
biblioteca del convento de San Francisco y lo puso en contacto con Felipe de
Iriarte, sacerdote del Alto Perú, de visita ocasional en Buenos Aires, quien
sugirió que debía continuar sus estudios universitarios en Chuquisaca, a cuyo
efecto le ofreció la protección del arzobispo de Chuquisaca, fray José Antonio
de San Alberto, y una "mesada" o mensualidad para que pudiera pagar
sus gastos en esa ciudad. Los padres, con gran esfuerzo, le costearon el viaje.
Después de un largo y penoso
viaje de dos meses y medio de duración, Moreno llegó a Chuquisaca en 1800,
tenía entonces 22 años, y se incorporó a la Universidad Mayor de Chuquisaca y a
la Real Academia Carolina de Practicantes Juristas de Charcas. La Academia
Carolina era una institución para universitaria, de asistencia obligatoria y
cuyos objetivos eran dar a los alumnos conocimientos útiles sobre las leyes
generales del Reino y municipales. El método utilizado era ir a las fuentes y
no a los "comentarios" que se hacían de ellas y realizar prácticas de
"casos" donde los alumnos
desempeñaban
distintas funciones que los familiarizaban con los diversos aspectos forenses y
procesales.
Según consta en un certificado
expedido en octubre de 1804, mientras Moreno cursaba sus prácticas en la
Academia Carolina, fue distinguido, por sus "destacados méritos",
como Celador Fiscal de esa institución. La función del cargo consistía en velar
por el cumplimiento de las resoluciones del presidente, examinar la
documentación requerida para el ingreso que presentaban los aspirantes, firmar
los gastos que rendía el tesorero, hacer de maestro de ceremonias en los actos
oficiales y tomar asiento al lado del presidente de la Academia.
Allí leyó también a los
teóricos de la Ilustración europea: Montesquieu, Voltaire, Diderot y Rousseau,
que ejercieron gran influencia en su pensamiento ideológico. Para comprender a
estos autores en su lengua original estudió el idioma inglés y el francés, y
tradujo algunas de sus obras. La traducción de El contrato social de Rousseau
le llevó varios años y la editó recién en 1810 en la Gaveta de Buenos Aires,
con un prólogo de su autoría:
Si
los pueblos no se ilustran, si no se vulgarizan sus derechos, si cada hombre no
conoce lo que vale, lo que puede y lo que se le debe, nuevas ilusiones
sucederán a las antiguas, y después de vacilar algún tiempo entre mil
incertidumbres, será tal vez nuestra suerte mudar de tiranos sin destruir la
tiranía
Este hombre inmortal que formó
la admiración de su siglo y será asombro de todas las edades, fue quizás el
primero que, disipando completamente las tinieblas con que el despotismo
envolvía sus usurpaciones, puso en clara luz los derechos de los pueblos, y
enseñándoles el verdadero origen de sus obligaciones, demostró las que
correlativamente contraían los depositarios de sus gobiernos.6
Bajo la tutela del canónigo
Matías Terrazas, en cuya casa se hospedaba, conoció los textos de la
Ilustración española, tales como los del jurista español Juan de Solórzano
Pereira y Victoria de Vil lava, nombrado en 1790 como Fiscal de la Real
Audiencia de Charcas y que además tenía el título regio de Protector Natural de
los indios.
Matrimonio
María Guadalupe Cuenca, esposa
de Mariano Moreno.
A comienzos de 1804, Moreno
conoció a María Guadalupe Cuenca, de 14 años, hija de una honorable viuda de
Chuquisaca y criada en un monasterio de monjas. Pocos meses después, el 20 de
mayo de 1804, se casaron en la catedral de Chuquisaca. La ceremonia corrió a
cargo del doctor Matías Terrazas, canónigo magistral, con licencia del cura
rector más antiguo de la misma. Entre los testigos del casamiento figuraron: el
presbítero José Antonio Medina, profesor de la universidad; el doctor Manuel Josef
Antequera y el doctor Pedro Josef Agrelo. Medina será uno de los firmantes de
la proclama revolucionaria en la Paz en 1809 y miembro de la Junta Tuitiva.
Mariano
Moreno llegó a Buenos Aires
En septiembre de 1805 Mariano
Moreno llegó a Buenos Aires junto con su esposa y su hijo de ocho meses yendo a
vivir al hogar de sus padres. Según Manuel Moreno, salvo para los que heredaban
una importante fortuna, las profesiones a las que se podían acceder en
el
virreinato eran tres: la eclesiástica, que reunía el honor con la pobreza; la
milicia, que unía la pobreza con la corrupción; y la abogacía, que requería
mucha inversión previa, tanto material como intelectual, con un rendimiento a
largo plazo. Una de las consecuencias de la Reforma universitaria de Carlos III
fue que a fines del siglo XVIII y comienzos del siguiente, surgieron una
"multitud de abogados", la mayoría de ellos españoles americanos.
Para contener este fenómeno económico-social, el 22 de diciembre de 1802, se
dictó en Buenos Aires una disposición general para limitar lo que fue calificado
como de "grave perjuicio del público, buen gobierno y administración de
justicia". A tal efecto se pidió a las audiencias que informaran el número
de abogados en cada una de las jurisdicciones. Al año siguiente, la Audiencia
de Buenos Aires determinó las cantidades máximas en cada una de ellas. A estas
limitaciones en el número se exigieron otros requisitos como la autorización
previa del lugar donde ejercerían su oficio. Para mejorar la formación de estos
profesionales se trató de evitar las lecturas de "obras arriesgadas y
perniciosas".
En
1802, cuando Moreno estaba cursando sus estudios en Chuquisaca, Buenos Aires
tenía 98 abogados en ejercicio que aumentaron a 152 en los 8 años siguientes.8
Entre los abogados de prestigio estaban Chiclana, que ejercía desde 1788;
Castelli, desde 1791; y Paso y Echavarria, desde 1802. En este entorno de
limitaciones y calificada competencia, Moreno logró su habilitación al poco
tiempo de su llegada. En el informe de la Suprema Corte de Justicia firmada por
Villota consta que fue eximido de los cuatro años de prácticas obligatorias por
su competente actuación en Chuquisaca.9 Su nombre figuró en la lista de
abogados matriculados en la Audiencia de Buenos Aires al mes de noviembre de
1805.
En 1806 tuvo lugar la primera
de las dos Invasiones Inglesas al Río de la Plata, durante las cuales Buenos
Aires fue ocupada por una fuerza militar británica. Aunque Moreno no participó
activamente de las contraofensivas militares con las cuales se los expulsó, se
opuso a la presencia inglesa en Buenos Aires y durante la misma escribió un
diario en donde tomaba nota de todos los acontecimientos que sucedían. Su
propósito era que sus compatriotas conocieran en el
futuro
por qué circunstancias tal acontecimiento había tenido lugar.
Primera junta de gobierno
La Primera Junta de Gobierno
surgida el 25 de mayo de 1810 estaba formada por tres partidarios de Martín de
Álzaga: Domingo Matheu, Juan Larrea y el secretario Mariano Moreno; tres
miembros del grupo de Manuel Belgrano: este mismo, Juan José Castelli y el
secretario Juan José Paso; y tres moderados: el presidente Cornelio Saavedra,
Miguel de Azcuénaga y Manuel Alberti.
Moreno fue el autor de la
proclama del día 28 de mayo, por la que la Primera Junta anunciaba su
instalación a los pueblos del interior y a los gobiernos del mundo, y convocaba
a los representantes de las demás ciudades a incorporarse a la misma.
En sólo siete meses, su nombre
quedó unido a una larga lista de realizaciones revolucionarias: estableció una
oficina de censos y planificó la formación de una Biblioteca Pública Nacional;
reabrió los puertos de Maldonado (Uruguay), Ensenada y Carmen de Patagones;
mediante varios decretos, liberó de las
antiguas
restricciones el comercio y las explotaciones mineras. Intentó regular el
ejercicio del patronato sobre la Iglesia, estableció las ordenanzas militares
para los oficiales y cadetes, creó nuevas compañías de voluntarios y organizó
la policía municipal.
Fundó y dirigió la Gazeta de
Buenos Ayres, el periódico oficial, desde el cual difundió sus ideas. Casi
todas las semanas publicaba largas y detalladas notas de gobierno, que reunidas
llenan cientos de páginas. Publicó un decreto de libertad de prensa según el
cual se podía publicar por la prensa cualquier cosa que no ofendiera la moral
pública, ni atacara a la Revolución ni al gobierno.
La política económica de la
Junta fue librecambista por tres razones: se necesitaba con urgencia una cierta
apertura comercial, la apertura traería un aumento de ingresos públicos -ya que
la aduana era la principal fuente con que se contaba- y también se necesitaba
algún aliado frente a España, y el más poderoso era Inglaterra. Sin embargo, en
una nota de La Gaceta, escribía:
"El
extranjero no viene a nuestro país a trabajar en nuestro bien, sino a sacar
cuantas ventajas pueda proporcionarse. Recibámoslo en buena hora, aprendamos
las mejoras de su civilización, aceptemos las obras de su industria y
franqueémosle los frutos que la naturaleza nos reparte a manos llenas. Pero
miremos sus consejos con la mayor reserva, y no incurramos en el error de
aquellos pueblos inocentes, que se dejaron envolver en cadenas en medio del
embelesamiento que les habían producido los chiches y abalorios...".
Moreno falleció en alta mar en
la madrugada del 4 de marzo de 1811, a bordo de la fragata inglesa Fame, en el
viaje como diplomático hacia Gran Bretaña. Su cuerpo fue envuelto en una
bandera inglesa y arrojado al mar (latitud 28° 27’ S), a unos kilómetros de la
costa de Brasil y a 120 km al sur de la Fortaleza São José da Ponta Grossa, de
la isla de Santa Catarina, tras unas salvas de fusilería.
Mariano
Moreno fallece
Según el testimonio de su
hermano Manuel Moreno y de Tomás Guido, sus secretarios y acompañantes en ese
viaje, murió debido a una convulsión producida por una
sobredosis
de un medicamento administrado por el capitán del buque: cuando llegaron al
camarote de Moreno, el capitán sostuvo que le había suministrado cuatro gramos
de un vomitivo de uso habitual en aquella época, elaborado con antimonio y
tartarato de potasa, 40 veces aquella dosis que se conoce como mortal.
Según comentó más adelante
Manuel Moreno:
…Si Moreno hubiese sabido que
se le daba tal cantidad de esa sustancia, sin duda no la hubiese tomado pues a
la vista del estrago que le causó y revelado el hecho, él mismo llegó a decir
que su constitución no admitía sino una cuarta parte de gramo y que por tanto,
se reportaba muerto. Aún quedó en duda si fue mayor la cantidad de aquella
droga u otra sustancia corrosiva, la que le administró, no habiendo las
circunstancias permitido la autopsia cadavérica. A ello siguió una terrible
convulsión, que apenas le dio tiempo para despedirse de su patria, de su
familia y de sus amigos.29
Ambos testigos conjeturaron
posteriormente que fue envenenado por el capitán del buque, y que la orden
habría sido impartida por Saavedra. Pero las fuentes
historiográficas no confirman
el hecho, y ni siquiera existe un móvil definido: para Saavedra, su adversario
ya había sido derrotado, y no tenía antecedentes de hacer matar a sus enemigos.
Por otro lado, la visión republicana de Moreno favorecía los intereses
económicos de Gran Bretaña en el Río de la Plata, por lo que tampoco resulta
lógica la implicación de los ingleses en su muerte
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